Las hemorroides externas son una condición común que afecta a muchas personas, causando molestias, dolor e incomodidad en la zona anal. Estas se forman cuando las venas alrededor del ano se hinchan o inflaman debido a la presión en la zona, lo que puede ser el resultado de varios factores como el estreñimiento, el embarazo o la obesidad. Conocer los tipos de hemorroides externas es clave para entender su gravedad y el tratamiento adecuado.
¿Cómo se ven las hemorroides externas?
Las hemorroides externas son visibles alrededor del ano y, a menudo, se presentan como bultos o masas pequeñas y blandas. Pueden variar en tamaño y color dependiendo de la gravedad de la condición. Cuando no están inflamadas, pueden tener un color similar al de la piel, pero cuando se trombosan o inflaman, pueden volverse de un tono más oscuro o violáceo, debido a la acumulación de sangre en la vena afectada.
Además del aspecto físico, las hemorroides externas suelen acompañarse de síntomas como dolor al sentarse, picazón, irritación y, en algunos casos, sangrado durante la evacuación. Si se sienten bultos alrededor del ano que causan molestias, es probable que se trate de hemorroides externas.
¿Cuándo preocuparse por hemorroides externas?
Aunque las hemorroides externas no suelen ser peligrosas, en algunos casos es necesario acudir a un médico para recibir tratamiento adecuado. Debes preocuparte y buscar atención médica si experimentas:
- Dolor intenso: Si las hemorroides causan un dolor agudo y constante, es posible que se hayan trombosado. Una hemorroide trombosada significa que se ha formado un coágulo de sangre dentro de la vena, lo que puede requerir tratamiento médico urgente.
- Sangrado persistente: Si notas sangre en las heces o en el papel higiénico de manera constante, podría ser señal de una complicación.
- Bultos grandes o inflamación severa: Si la hemorroide crece o parece no mejorar con los tratamientos en casa, es necesario consultar a un especialista.
- Infección o secreción: Si notas signos de infección, como secreciones con mal olor, fiebre o aumento del dolor, es vital buscar atención médica de inmediato.
En general, si las hemorroides externas no mejoran con tratamientos conservadores como baños de asiento, cremas tópicas o cambios en la dieta, es importante consultar con un médico para descartar complicaciones mayores.
¿Cómo se clasifican las hemorroides externas?
Las hemorroides externas no se clasifican en grados como las hemorroides internas, pero se pueden categorizar según su estado:
- Hemorroides simples o no complicadas: Son pequeñas protuberancias que no están inflamadas ni trombosadas. Suelen causar molestias menores, como picazón o irritación, y a menudo se pueden tratar con medidas conservadoras.
- Hemorroides inflamadas: Se presentan cuando las hemorroides simples se inflaman debido a un aumento de la presión en la zona. Esto provoca dolor, enrojecimiento y un mayor tamaño de la protuberancia.
- Hemorroides trombosadas: Ocurre cuando se forma un coágulo de sangre dentro de la hemorroide externa, lo que genera un bulto más duro y doloroso. Las hemorroides trombosadas suelen ser más oscuras, debido a la acumulación de sangre, y pueden requerir intervención médica.
Listado de tipos de hemorroides externas:
A continuación, te presentamos los tipos más comunes de hemorroides externas:
- Hemorroides externas simples: Son las menos complicadas y no causan mucho dolor. Pueden estar presentes durante mucho tiempo sin causar síntomas notorios. Su tratamiento suele ser conservador, con cremas antiinflamatorias y medidas caseras.
- Hemorroides inflamadas: Son más grandes que las simples y causan mayor incomodidad debido a la inflamación. Su tratamiento incluye baños de asiento, el uso de cremas antiinflamatorias y la reducción de la presión en la zona anal.
- Hemorroides trombosadas: Estas son las más graves de las hemorroides externas. Se caracterizan por la formación de un coágulo en el interior, lo que provoca un dolor agudo e intenso. En algunos casos, es necesaria la extracción del coágulo mediante una pequeña intervención quirúrgica.
- Hemorroides recurrentes: Son aquellas que desaparecen y vuelven a aparecer con frecuencia. Suelen estar relacionadas con hábitos que aumentan la presión en la zona anal, como el estreñimiento o levantar objetos pesados.
¿Por qué es importante conocer los grados de hemorroides externas?
Conocer el tipo y la gravedad de las hemorroides externas es fundamental para determinar el tratamiento adecuado y prevenir complicaciones mayores. Mientras que las hemorroides simples pueden mejorar con medidas caseras y cambios en el estilo de vida, las hemorroides trombosadas o recurrentes requieren una intervención médica más específica.
Saber identificar cuándo las hemorroides están causando complicaciones o cuando es necesario buscar atención médica te permitirá actuar a tiempo y evitar problemas más graves. Además, conocer los grados y tipos de hemorroides externas te ayuda a adoptar medidas preventivas, como mejorar la dieta, evitar el estreñimiento y reducir la presión en la zona anal, lo que puede prevenir la aparición o empeoramiento de las hemorroides.
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